Hola lectores:
Quiero dedicar un espacio de mi blog a los niños con síndrome de Down, ya que, como siempre, hoy algo me hizo pensar.
Volviendo a casa en el metro, he podido disfrutar del trayecto al lado de un niño, de no más de 9 años, con síndrome de Down. Hacía tiempo que no veía a un niño tan cariñoso con su madre, y no he podido evitar sentir admiración. En su espalda llevaba colgada una mochila del cole, y su madre le iba diciendo que cuando llegase a casa tendría que hacer los deberes después de comer.
Ojalá nunca nadie caiga en el error de pensar que alguien por ser diferente, es inferior. Admiro a las personas como el niño con el que hoy me he encontrado, con esa sonrisa tan viva y ese brillo en los ojos, capaz de superar y afrontar dificultades, eso ya los convierte en GRANDES.
Desde aquí quiero mostrar mi más profundo agradecimiento y admiración por ellos, por su capacidad para alegrarle la vida a otras personas.
El vídeo que muestro a continuación habla por sí solo, y creo que no harán falta más palabras.
Para finalizar, concluyo con una breve frase:
"Cualquiera puede hacerte sonreir, pero no cualquiera puede hacerte feliz".
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